La mujer debe liberarse de la creencia absurda y antigua de soñar y esperar que el hombre sea ''su príncipe azul'', debe borrar esa expectativa y también debe curar las heridas sufridas a lo largo de su vida con el hombre, de esta forma debe desterrar el convencimiento de que ellos no saben valorarla ni apoyarla.
La mujer ha de aprender a ser sabia para ser ella misma en todo momento sin depender del hombre. Ha de darle al hombre todo el espacio necesario de libertad y confianza para que él, también sea el mismo.
Y cuando la mujer es sabia, actúa siempre desde la fuerza y guia de la intuición, es entonces cuando, sin esperarlo ni buscarlo, el hombre colabora con ella , le da la mano para ir a una, la respeta , la valora y es capaz de ayudarla, apoyarla y secundarla.
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